La gran duda para este 81 aniversario de la Expropiación Petrolera es si el líder petrolero Carlos Romero Deschamps acompañará al Presidente Andrés Manuel López Obrador en el evento en Hidalgo. Los trabajadores desconocen su paradero, pero han visto camiones sacar documentos de la sede sindical. Acumula más de una denuncia penal ante la Fiscalía y hace unos días le envió una carta para aplaudir las medidas de rescate de Pemex. El Primer Mandatario, por su parte, ha reiterado que brinda libertad sindical y no tiene dirigentes favoritos.
Ciudad de México, 18 de marzo (SinEmbargo).- Trabajadores petroleros han visto circular camiones de mudanza que se llevan muebles y cajas con archivos de la sede nacional del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), ubicada en la calle Zaragoza 15, en la céntrica colonia Buenavista.
El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) ordenó al STPRM a publicar información sobre contratos y uso de recursos, con fecha límite de 6 de marzo. Pero no lo hizo.
«Están limpiando la casa. Están sacando cajas con archivos, están sacando ciertos muebles. Esperemos que no estén escondiendo las pruebas de los fraudes que han cometido en contra de los trabajadores en los últimos 30 años, pero no podemos imaginar otra cosa más que eso», dijo Óscar Solórzano, uno de los fundadores de sindicato alterno, Petromex, abrazado por el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
No saben dónde está el líder sindical Carlos Romero Deschamps, quien los ha representado desde 1993 con varias reelecciones ilegales y quien acumula denuncias penales ante la Fiscalía General por presunto enriquecimiento ilícito y participación en el robo de combustibles.
La última vez fue captado en el restaurante «Mesón de Puerto Chico», cerca del Monumento a la Revolución, comiendo ensalada y bebiendo cerveza el miércoles 30 de enero, mismo día en que la Gran Alianza Petrolera, dirigida por Jorge Fuentes García, ratificó su denuncia ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) por su presunta relación con el huachicol.
Rechazan que este lunes acompañe al Presidente Andrés Manuel López Obrador en el 81 aniversario de la Expropiación Petrolera en Tula, Hidalgo, como acostumbra cada año.
«De ninguna manera pensamos que el mensaje sea como en el viejo régimen en que cada 18 de marzo el Presidente del PAN o del PRI se hacía acompañar por Carlos Romero Deschamps. Este gobierno ha sido muy claro: ningún sindicato, incluyéndonos a nosotros, será preferido por el Gobierno. Son nuevos tiempos», dijo Solórzano de Petromex.
Laura Gónzalez, petrolera de la sección 45 en la Ciudad de México, también ha escuchado los testimonios de los camiones de mudanza que retiran documentos de la sede.
«Saben que ya se van, que ya se terminó para Romero, y tiene muchas cosas que pagar, muchas demandas. Sabe que es el huachicolero mayor», interpretó.
«Otros dicen que Romero está ahí en su oficina. Va dos veces a la semana, dicen que va los martes y los viernes. Entra por un lugar especial con su coche con ventanas obscuras. Pero yo creo que ya se fue», aseguró.
Raúl Romero, petrolero jubilado de la sección 34 de la capital del país, agregó que le han comentado que Romero Deschamps no ha ido a la oficina en las últimas dos semanas y quien despacha es el Secretario de Interior, Diputado Manuel Limón Hernández.
René Valdez de la Coordinadora por la Defensa de Pemex, con sede en Veracruz, sospecha que opera «en la clandestinidad» como lo hizo el líder minero Napoleón Gómez Urrutia desde Canadá.
LA CARTA DE ROMERO AL PRESIDENTE
Los trabajadores petroleros disidentes celebran que el Gobierno federal les prometa libertad sindical para ser ellos quienes echen del sindicato al Secretario General Carlos Romero Deschamps mediante el voto libre y secreto, ya que aseguran que las elecciones de octubre tuvieron irregularidades y su toma de nota dada por el gobierno anterior no tiene validez.
En conferencia matutina, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo la semana pasada que la función de un sindicato es defender a los trabajadores y su Gobierno respetará su autonomía, no impondrá dirigentes y no tendrá sindicatos «predilectos».
«Los trabajadores tienen que ayudar a que se democraticen los sindicatos, que haya transparencia en el manejo de cuotas, que se aclare cuánto cobran de cuota a los trabajadores, sobre todo si se manejan esas cuotas con transparencia, con honestidad», planteó.
Un día después, el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana envió una carta al Presidente López Obrador con la firma de Carlos Romero Deschamps y los Secretarios regionales de la 36 secciones en el país.
En ella, el líder sindical aclara que nunca han sido los administradores de Petróleos Mexicanos (Pemex), sino solo trabajadores, por lo que las decisiones de «eficiencia o dispendio» no cruza por sus decisiones. También especifica que el proceso electoral de octubre estuvo sujeto a la Constitución y a la Ley del Trabajo. Y luego aplaude a la Cuarta Transformación.
«Hoy, las voces discordantes que aparecen por ahí, no nos distraen, en cambio, mucho nos estimula saber que la administración que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador tiene la determinación de revitalizar a Petróleos Mexicanos; de destinar recursos para la rehabilitación de las refinerías y la construcción de una nueva; de reactivar la explotación de los campos maduros; de atender los grandes rezagos que Pemex ha acumulado», reza la misiva.
Aquel miércoles 30 de enero en el restaurante, el reportero Enrique Hernández de El Sol de México le preguntó sobre las denuncias que lo persiguen. «No tengo miedo», le contestó. «No soy el diablo». Y le pidió dejarlo en paz. Días antes, un Juez le había rechazado la solicitud de amparo para evitar ser detenido.
Trabajadores disidentes lo han denunciado penalmente desde 2004 en el marco del Pemexgate, por el embargo de cuotas sindicales, la desaparición de fideicomisos, conflicto de interés al votar por la Reforma Energética y por huachicoleo. Pero los documentos con pruebas quedaron arrumbados en el Ministerio Público durante los gobiernos anteriores de Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
Cuando el Primer Mandatario López Obrador comentó que no había ninguna denuncia en su contra, se sumaron más.
«Supuestamente la Fiscalía es autónoma y no tendría por qué estar politizada a una orden del Ejecutivo», afirmó Mario Díaz de la Coordinadora por la Defensa de Pemex. «Ya son demasiadas demandas la que tiene ahorita. Primero se quejaban de que no había y ahora hay demasiadas».
Para Óscar Solórzano de Petromex el obstáculo es el Poder Judicial, que a diferente del Poder Legislativo y Ejecutivo, no ha sufrido cambios en su interior.
«Mientras el Poder Judicial no sea saneado, van haber pocas probabilidades de que se enjuicie no solo a Romero Deschamps, sino a cualquier otro pillo de sindicatos corporativistas del país», aseveró.
Mario Díaz, vocero de la Coordinadora por la Defensa de Pemex que denunció a Romero en 2017 por enriquecimiento ilícito, tiene paciencia y consideró que apresarlo, como el gobierno de Carlos Salinas de Gortari hizo con Joaquín Hernández Galicia «La Quina», no sería una buena estrategia pues el gobierno no se ha terminado de consolidar.
«Quienes hemos vivido tanto tiempo dentro de la célula del charrismo sindical, no es cosa menor. Romero Deschamps tiene mucha capacidad económica. Ha comprado a diestra y siniestra, y tiene un gran control dentro del sindicato petrolero», afirmó el petrolero de Veracruz. «Que los trabajadores seamos quienes tomemos la iniciativa para llevar al canasto a Romero Deschamps».
«ROMERO Y SUS 36 LADRONES»
Trabajadores petroleros disidentes han señalado a los líderes sindicales regionales por acoso sexual, venta de plazas y extorsión a cambio de poder laborar en las plataformas petroleras. No dudan que entre Carlos Romero Deschamps «y su 36 ladrones» haya complicidad. Aunque, agregaron, el ex Senador priista es conocido por su traición.
«Lo están protegiendo porque si cae él, caen todos», afirmó Laura González de la sección 45 en la Ciudad de México. «Ya estamos cansados de tantos años que nos han robado y a la mujer mucho acoso sexual».
Mario Díaz, vocero de la Coordinadora por la Defensa de Pemex, lo equipara a una mafia. «Todos se cubren entre todos, de tal manera que Romero Deschamps ha establecido una complicidad con los 36 secretarios generales», aseguró.
René Valdez, su compañero de la Coordinadora, coincidió en señalarlos como una red mafiosa. Aunque los estatutos exigen que los Secretarios generales locales no pueden reelegirse más de dos veces, para la tercera ocasión se colocan en la Secretaría Interior y colocan a gente de su confianza en la dirigencia, contó. «Siguen siendo jefes políticos. Esa mafia así ha estado perdurando por todo este tiempo», expuso.
Oscár Solórzano de Petromex dijo que «ya están muy nerviosos».
Compañeras y compañeros trabajadores del país les han informado que los delegados sindicales del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana los están convocando a firmar listas y reafirmar su afiliación.
Pase lo que pase el 18 de marzo, les dicen, ellos tienen que seguir siendo «leales» a Romero Deschamps. «Están tratando de pedir el apoyo a los trabajadores como si se lo merecieran», acusó.
Este lunes en Hidalgo se sabrá qué pasará.